El tiempo y sus razones, su levedad
y el hosco carácter que exhibe.
Nos transmite a veces el día
y otras veces, por las noches,
en la mitad del negro,
nos mira cuando todo permanece
a la espera de un iceberg
en un océano también negro.
Ese hielo inmenso siente
la vibración de la olas sobre el casco del barco.
No hay un fruto en el pico del pájaro ahora.
Y no hay un mundo que nos pueda decir:
están salvados. Todo será grandioso.
No hay ni siquiera un ánimo
más allá de nuestro ánimo.
miércoles, 27 de noviembre de 2019
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