domingo, 15 de diciembre de 2019

Poemas en Nueva York. Al mediodía.

Aquí reposan las figuras
de una sutil conquista.

Sus relieves deben ser abordados
para que las palomas,
cerca del tacho de basura,
se arrimen al gato 
que está detrás,

a la espera de una mejor
y más dulce oportunidad.

Quisiera pintarlo 
de un modo infantil 
y a la vez tenue.

Como si fuera japonés
y si los almacenes desiertos
de mi infancia 
donde pasaba los domingos,
pudieran ser incluidos
en un sueño que puede ser manejado
a mi antojo, al punto que sería un buda
de las noche acechando 
a los transeúntes en los caminos.

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