miércoles, 8 de abril de 2020

Hubo un silencio en todos lados

Hubo un silencio en todos lados que se fue extendiendo hacia las profundidades de la tierra y, partir de ese silencio, las cosas empezaron a transcurrir de manera más calma y suave, y los pájaros, los peces en los ríos, las mariposas en el aire, los gatos en las calles y las ardillas en los árboles, empezaron a ir un poco más lejos, día por día, hora por hora, y después minuto a minuto, hasta que la tierra comenzó a teñirse de las escenas que habíamos visto en la infancia, en los libros de aventuras, o en libros muy antiguos, y desde esas escenas nosotros mismos empezamos a soñar con otras vidas, con otros años, y después nos centramos en los días, en sus horas, en sus minutos, y de a poco nos fuimos sosegando como quien hace la plancha en el mar.


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