Día de sol otoñal.
Otro día de un fin de semana.
Voy en bicicleta por un camino de campo.
Después de un buen rato,
noto que desemboca en un pueblo que tiene barrios cerrados
donde la gente se aglutina para guarecerse de los pobres
y de los ladrones. Algunas cosas no cambian con los siglos.
En este ya no hay mucho que decir.
Las verdades que alcanzamos son las del sentido común.
Advertimos que los discursos siguen a los temperamentos.
A las energías podríamos decir. Cada persona tiene su filosofía
así como cada persona tiene su vibración.
Alcanzar algo que supere ese tipo de murallas
es el trabajo de una vida.
El modo como los artistas se empeñan por mejorar su técnica
para acceder a otros espacios.
Un cielo que se abre a otros cielos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Casi enseguida
Frente a una vidriera comentabas: Ese cuadro no es abstracto. Si lo ves bien, habla de unos pantanos donde una cigüeña mira los cuer...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario