Estamos acá en el borde del muelle.
Los peces saltan en una laguna
totalmente estática y a la vez plástica.
A medida que el sol se pierde
el frío gana fuerza.
Lo soñado está hoy,
solo por hoy, acá con nosotros.
Los vuelos circulares de los pájaros
son enormemente dulces hoy.
Y sus cantos y sus formas de posarse
en las ramas. Saltar una vez más,
ir por el pasto también.
No sabía que todo esto podía ser tan lindo.
No sabía que te podías acostar
así sobre el muelle y mirarme.
jueves, 9 de julio de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los mismos caballos
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
La suficiencia para hablar debería ser desterrada de todos nosotros en la medida que el alcance de la palabra se limita a u...
-
El estruendo interno como fuente de toda perseverancia así debería ser, así deberían consumirse los días y los cigarrillos imaginarios que...
No hay comentarios:
Publicar un comentario