en el jardín y por la casa.
La posibilidad de levantarse
cerca del amanecer en busca de la luz,
eso siempre parece pesar.
Vas detrás de algo muy deseado, de algo útil,
de lo necesario para seguir en esta
tierra tan grande y tan llena de mares.
Así más o menos ha sido tu vida.
Y así también son tus planes.
De ahora en más conviene entender las cosas.
En los embotellamientos de las autopistas, en las largas colas
de los grandes supermercados, y en lugares incluso peores,
siempre conviene saber cómo son.
Porque, según dicen, una vez que se sabe cómo son,
hay una forma de entender las tonalidades,
de distinguir las inflexiones en el canto de los pájaros,
los movimientos del día y cosas todavía
más sutiles.
Y esa forma prodigiosa tendría que ver
con lo que hablamos tantas veces.
Y esa forma prodigiosa tendría que ver
con lo que hablamos tantas veces.
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