Soñaste que eras un pájaro en el bosque y eras capaz de pararte en las chimeneas de las casas, y capaz de ver desde ahí arriba hasta la costa. El mar estaba silencioso, azul y calmo.
Podías disfrutar del sol y estar despreocupado porque los árboles eran muchos, y los días también; todo era apacible. Había un pueblo tranquilo y pequeño en el medio del bosque. Ahí habías logrado armarte de un mundo.
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