En la noche, ella se alejó
sobre los adoquines
de la parte antigua.
Había parado de llover
y la humedad ayudaba
a oír sus pasos
mientras se acompasaban
a las pequeñas olas del canal.
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
No hay comentarios:
Publicar un comentario