Más tarde, hablaste
de que naciste
con el píloro tapado
y casi no podías comer.
Hasta que un médico,
de nombre Gianantonio,
decidió operarte
y te salvó la vida.
Aún te creías capaz de realizar un progreso importante. En tu infancia, un lobo marino se acercaba a tomar los peces que ponías en la ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario