Cuando vino la noche,
viste las estrellas
entre los árboles,
la perra se detuvo
y miró también
para arriba.
O eso te pareció
por un instante.
Esa noche el aire templado en la noche quieta ampliaba el canto de los grillos, los plumerillos casi no se movían y en mi cabeza el camino...
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