Estabas con otra gente
muy complacido en un museo,
frente a una escultura en piedra
que habías hecho de joven.
Pero descubrías
algunos defectos
en el pulido
y parado
frente a la piedra,
te angustiabas
porque no podías mejorarla.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
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