miércoles, 12 de enero de 2022

Venus milagrosa

El doceavo día en esa playa alejada, una luz grisácea se dejó ver en el horizonte como si fuera una incipiente tormenta eléctrica pero increíblemente acotada. Y desde el horizonte, avanzó ese cono gris casi negro y, desde la oscuridad, emergió Venus idéntica al más famoso de los cuadros, aunque más grande. 

Y desde un blanco completo, en el medio del gris, no de una concha, sino de una gran perla, tocó tu hombro, apenas, un instante, y lo hizo con el más grácil de sus dedos, y una luz color limón recorrió tu cuerpo. Y desde entonces fuiste otro. 

Nunca se supo si esa magia ocurrió por el poder de tu fe, o porque así tenía que ser, pero la paz de la contemplación, adquirida por pocos, siempre gracias a muchos esfuerzos, desde ese instante, está de tu lado por un acto de magia concedido por Venus en esa playa alejada.

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Según avanzaba

  Esa tarde, leo ahora en un cuaderno donde anotaba distintas cosas, mientras pedaleaba, veía unos niños que para evitar la lluvia se oculta...