Subieron a la laguna esmeralda. Son dos horas de ida y un poco menos de vuelta, dicen, pero ustedes, gracias a tu ímpetu, pensabas, lograron completar el recorrido en menos tiempo. Arriba, la laguna no es verde sino de un turquesa mezclado con gris...
En el viaje de ida sobre todo pudiste emprender esas reflexiones que en el momento te parecen creativas y después te das cuenta de que nos agregan nada a lo conocido; o bien que no podrías plantearlas de buen modo. Por ejemplo, que no hay una filosofía que explica el mundo, sino que hay pensadores que reflejan siempre "su mundo". Esa idea responde al hecho de que existen muchas energías pero cada uno las tiene en medidas diversas. O que en el pensamiento, como la subjetividad es tan grande termina devorándose todo...
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