Ese día tan calmo los peces saltaban a medida que el frío perdía fuerza. El agua se iluminaba, las golondrinas repetían sus vuelos circulares. Vos no sabías que ella podía acostarse así sobre el muelle, tan delicada cerca de las ranas, casi sobre las plantas acuáticas, donde no parece, pero el agua felizmente corre.
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