Otra noche de niebla y abandono en favor de la infamia de no saber bien el sentido de los sentimientos que circulan por tu cabeza. Siempre en un tránsito un tanto confuso con el cuerpo. Los buitres de la zona siguen dormidos, por suerte. Eso al menos. La fuente se siente con claridad y eso también es bueno. El silencio es completo: mucho mejor. La oscuridad, por lo tanto, se plantea en una medida más bonita. Vuelven los recuerdos de los cuadros que ayer viste en el museo. Cuadros de barcos antiguos en acciones de guerra, de conquista y luego, en la sala contigua, las tiernas vasijas y esculturas de los pueblos conquistados... Es la belleza, hermano, quisiera decirte, si me escucharas. Los modos que tiene el espíritu de ir...
jueves, 9 de junio de 2022
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