Cuando en la estación de servicio después del peaje, frente al campo, el playero te comentó que acababa de cargar nafta y seguir viaje el papa, el sol en medio de muchas nubes se ponía en el horizonte con un naranja fuerte pero atemperado por las nubes. Varias palomas se posaban en unos álamos carolinos para descansar. Después el hombre habló de lo que siempre hablan cuando pasás por ahí: de una camioneta Toyota que tiene el dueño y está por cumplir un millón de kilómetros. Y de pronto te pareció que ese momento era lo mejor de la vida, y que lo podías disfrutar porque en ese lugar había paz....
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