Un fondo ocre y amarillo, cada vez más lavado, con manchas que semejan ser monstruosos buitres que sobrevuelan unos juncos que, sobre un estanque de un verde muy lavado, se alzan junto a tres plantas acuáticas que sostienen a tres ranitas de un verde fluorescente. El cuadro está firmado abajo a la derecha en tinta negra.
domingo, 16 de octubre de 2022
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los mismos caballos
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
La suficiencia para hablar debería ser desterrada de todos nosotros en la medida que el alcance de la palabra se limita a u...
-
El estruendo interno como fuente de toda perseverancia así debería ser, así deberían consumirse los días y los cigarrillos imaginarios que...
No hay comentarios:
Publicar un comentario