¿Existe el punto más allá de la pequeña luz y del negro inabarcable donde dejaremos de oscilar? Hablábamos de los juicios definitivos. Las nubes se movían apenas. Su blancura es caliente y tiene vida, dijiste. Quisiéramos decir lo necesario, pero es imposible. No se puede decir lo que pertenece a los cielos y en las cansadas ramas celebran los pájaros. Sin embargo, seguimos esperanzados con encontrar un lugar al sol.
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