Querías, contabas después, ambientar nuestro jardín con la fundición de las campanas de los pequeños pueblos aledaños. Es decir, querías hacer una escultura para lo que no podemos decir. Lo que podría ser pero no es. Lo que se levanta para la completa adoración nuestra. Porque una vez que alcancemos ese punto, precisaste, podremos descansar. Así que ahí estuvimos y en mi memoria todavía estamos.
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