viernes, 17 de febrero de 2023

Volví a los galpones

 

Volví a los galpones de gallinas después de tanto tiempo. El camino que sale del pueblo estaba embarrado. Al pasar, me sorprendió la cantidad de basura al costado del camino. Un rato después, crucé la ruta para comprar agua en una parrilla que tiene éxito entre motociclistas y gente que escapa de la ciudad. Seguí hacia los galpones y después, en pleno campo, vi el cadáver de un zorro o tal vez de un gato (estaba tan aplastado que me fue imposible saberlo).

 

Una vez, recuerdo que mi padre me comentó que morir será un recuerdo imposible. Sin embargo, no dejaba de impresionarme el cuerpo tan aplastado y podrido. Para distraerme miré las piedritas en el camino y fijo en ellas seguí un rato hasta más adelante donde, tomando agua enfrente de unos espinillos, vi unos pájaros negros que andan en grupos de treinta a cincuenta y tienen ese gorjeo tan dulce. En el cielo, se escuchó un motor lejano: una avioneta pasaba entre las nubes. Acostado, cerré los ojos para escuchar cómo se perdía el sonido y gracias al viento solo quedaba el murmullo del pasto. Fue entonces cuando tu cara de joven estuvo de nuevo conmigo. 

 

 

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