domingo, 23 de abril de 2023

Te conté entonces un sueño

 

Te conté entonces un sueño. Los ladridos de los ovejeros, dije, no podían alterar mi ánimo porque incluso en el estruendo escuchaba pequeños y dulces gorjeos. Otro domingo se terminaba. Los pájaros se despedían. Desnuda, remabas desde la distancia por un lago y, en mi imaginación, atrás tuyo, un glaciar se elevaba sobre el agua. 

 

No hay comentarios:

El palacio medieval en la montaña

  Esa noche el aire templado en la noche quieta ampliaba el canto de los grillos, los plumerillos casi no se movían y en mi cabeza el camino...