Ese día te sentaste en el lugar
que se presenta como tan exclusivo.
Y ellas pasaron con sus modos
de señoras, mientras unas ardillas,
por los árboles, con gestos
nerviosos y rápidos,
parecían imitarlas.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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