Ese día te sentaste en el lugar
que se presenta como tan exclusivo.
Y ellas pasaron con sus modos
de señoras, mientras unas ardillas,
por los árboles, con gestos
nerviosos y rápidos,
parecían imitarlas.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario