Con los años todo se vuelve irreal. Tanto que en mi cabeza corremos hacia un agujero que nos devora junto a una vaca que mansamente pasta, y a los pocos instantes ese mismo agujero nos expulsa a los tres sin un motivo aparente.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario