Cuando por fin fuimos
hacia las montañas lejos,
unos pájaros, pequeños,
simpáticos y de dos colores
nos acompañaron para que
el fondo del océano se quedase quieto
como nunca antes.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario