Cuando por fin fuimos
hacia las montañas lejos,
unos pájaros, pequeños,
simpáticos y de dos colores
nos acompañaron para que
el fondo del océano se quedase quieto
como nunca antes.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario