En ese tiempo, tuve un sueño que anoté en mi cuaderno: “Maravillados por el clima, los árboles y los pájaros exóticos, habíamos llegado a una playa de la islas Galápagos para ver unas tortugas marinas que desovaban en un codo de una bahía entre unas rocas de un tamaño impresionante. Una vez que desovaban, las tortugas avanzaban por la arena buscando llegar al agua. Pero como pelícanos y albatros se lanzaban desde el cielo a raptarlas, solo unas pocas lograban pasar la rompiente y perderse en la distancia... "
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