sábado, 13 de enero de 2024

Carpas japonesas

 

Como sea, en el cuadro duermo con unos diez años en una cama que está ubicada en un bosque el medio de un claro. Y a mi costado derecho, en la copa de un cedro azul, se ven otros dos ángeles. Y detrás, casi en el mismo tono, está el cielo pintado de un gris claro. Es extraño: recién cuando recordé el día que vimos llegar a la mujer a la escuela sobre el canal, se presentaron en mi cabeza unos peces, y esos peces me llevaron al día que en las afueras de la ciudad vimos en un estanque unas carpas japonesas nadando cerca de la orilla. Estábamos los dos con los pies en el agua y las carpas cerca de nosotros apenas se rozaban. 

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