Porque hace mucho
viste el fuego y el humo
desde los pastizales
acercándose a tu cuerpo.
Y desde entonces, una coraza
recibe la brea que agranda
la mancha de tu pecho.
Esa mancha que llegó
una noche de calor y luna llena
cosa rara, a lo lejos.
No solían sentirse durante la noche.
Pero eso había cambiado
junto al hecho de que los tordos
no estaban más en el roble del fondo.
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