Archivo del blog

miércoles, 12 de junio de 2024

Antigua Grecia

 

Saliste a pasear con tu perra 

después del calor agobiante.

La noche apenas había mejorado 

ese letargo. Con dificultad, 

te dormiste, y mientras dormías

se desató una tormenta.

 

Al despertar, el viento era fresco, 

los árboles se movían, los pájaros 

cantaban, y eras feliz, 

tan feliz como alguien venido 

de la antigua Grecia.

 

 

 

No hay comentarios:

El examen

Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un  costado y mira de frente a la s...