Esa mañana te levantaste
alterado por una pesadilla
antigua y recurrente.
Y sin embargo,
en el verde del pasto,
los pájaros volvían a los árboles,
saltaban de rama en rama.
Pensaste en qué lindos eran
y unos pasos después
quisiste ver de nuevo la escena,
pero ya no estaban los pájaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario