Emprendemos el viaje hablando
de las dificultades que entraña el mercado del arte
y luego nos ponemos a decir cómo fueron nuestras infancias,
Pero es poco lo que en verdad uno recuerda.
Parece que más vale han quedado sensaciones,
luego convertidas en creencias, o algo así...
Y con todo es lo que nos queda de una vida temprana,
y por eso a lo largo de los kilómetros
vuelvo una y otra vez a ese pasado
y, a medida que avanzo por el asfalto,
intento recordar un poco más,
pero no llego a ver
la estación perdida que busco.
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