martes, 23 de julio de 2024

Una pantera echada

 Me levanto con el recuerdo 

de esas tres gaviotas en el agua, 

un poco más allá de la rompiente 

un día de frío, de mucho frío, 

donde no se movía una hoja  

(cosa rara en ese lugar tan abierto)

y el mar estaba azul, calmo. 

Sí, como en su esencia el mar 

era una pantera echada vaya a saber uno 

dónde, no fui capaz de pensar en nada. 

Al fin. 


Vos leías un libro sobre los mitos griegos

sentada a mi lado y yo observaba a esas gaviotas, 

y te puedo asegurar que nada de nada 

se intercalaba en mi atención hacia 

ellas que estaban sobre esa pantera 

que las alojaba. 

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