Sobre la orilla más cercana, señalaste un arbusto: en su copa tenía frutos rojos y pequeños. En ellos se dejaban ver las gotas del rocío. Era un ciruelo en flor que destellaba.
Voy con mi perra hasta el final del campito. Cae el sol a mi derecha y a mi izquierda la luna sube al punto que, iluminada y casi llena,...
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