Sobre la orilla más cercana, señalaste un arbusto: en su copa tenía frutos rojos y pequeños. En ellos se dejaban ver las gotas del rocío. Era un ciruelo en flor que destellaba.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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