Salgo de la cama
después de otro sueño
en donde personas del pasado
vuelven para dejarme mensajes
de mi presente. Esta vez fue un viejo
comerciante que me enseñó
el valor del orden y la estructura
y de algún modo también,
con sus excesos perfeccionistas,
el valor de limitar las ambiciones
que se desenvuelven en este universo.
Y después no están más.
Como es viejo comerciante.
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