Ese día mirabas con ella
los festejos de año nuevo.
La gente alrededor también
disfrutaba de los fuegos
que terminarían perdidos
en las estrellas.
Y las nubes sobre el mar,
se veían finitas, y casi enseguida
ya no estaban.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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