Muchas de tus ocupaciones
se limitaban a encontrar
una piedra en el zapato,
y después la cuestión pasaba
por sentir la piedra a cada paso.
Meditabas tanto sobre la piedra
que te absorbía el trabajo de pulirla.
Te levantabas con una sensación de bienestar que no te asombraba en lo absoluto. Ibas por el Tiergarten, saludabas al hombre que vende com...
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