Hasta que una noche soñaste
con dos búhos mirándote
desde lo alto
de un cedro azul.
Al árbol lo veías
desde tu ventana
en una ciudad lejana.
Por entonces, suponías
que deberías crear algo reluciente
y así podrías vivir rodeado de salvias.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario