viernes, 17 de enero de 2025

Catedral de Cefalú

 

Estaba frente a la imagen de Cristo, 

monumental y dorada, hecha con mosaicos,

 en la Catedral, e intentaba, despacio, 

sin forzar en lo posible las cosas, 

recibir esa mirada, y en especial la fuerza 

del entrecejo que tenía el Señor hijo de Dios, 

para, por fin, estar congraciado con él 

en su faz más profunda, protectora y generosa. 

Pero no sentía lo mismo que frente a la Virgen, 

a quien tenía como lo más fuerte a la hora de sostener su espíritu. 

¿Por qué? No lo sabía y se lo preguntaba. 

Y la respuesta no venía. Solo la imagen de Cristo llegaba. 

Ni serio ni sonriente. Tampoco esta vez sufriente. 

Solo cierta sorpresa, tal vez inquietud, 

mínima, en el rostro, y en el fondo 

una potencia capaz de levantar 

a cientos de imperios por miles de años

y de llevar gente de un lado para el otro, 

de generar fuegos y también sosiego 

a niveles que nadie podría controlar. 

Ni siquiera él. 

No hay comentarios:

Catedral de Cefalú

  Estaba frente a la imagen de Cristo,  monumental y dorada, hecha con mosaicos,  en la Catedral, e intentaba, despacio,  sin forzar en lo p...