¿Por qué hay pensamientos tristes reiterados llenos de un dolor intolerable que me asaltan frente a la desgracia ajena? Una desgracia que es incluso peor, supongo, en mi cabeza que en quienes la sufren y que, pese a todo, siguen su camino, fuertes, estoicos. Sin embargo, opto por darles todo el dolor que se merecen sobre la faz de esta tierra donde las injusticias prosperan sin ton ni son, y lo digo como si yo supiera lo que es justo realmente, como si en mi ser pudiera haber una medida verdadera en un universo inabarcable.
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