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jueves, 26 de junio de 2025

Ferry Rostock Gedser

 

En Rostock, la espera me permite revisar algunas fotos de lo que encontré en Berlín. Y, al parecer, todavía por esta zona puedo ver bellezas escultóricas modernas. Líneas rectas y dimensiones industriales que simulan espacios donde algo nos dice que también existe la felicidad en las direcciones certeras.

Puede haberla. Incluso sin sensualidad.

Con todo, al ver esas líneas junto a los puntos de fuga marcados por los containers, las fábricas, sus chimeneas y las grúas, unas jóvenes rusas que vi más temprano aparecen —como por arte de magia— en mi cabeza. Son serias y frías, supongo. Incluso despiadadas, llegado el caso. Pero igual, en ese hielo, debajo de sus pies, podría encontrar cierta forma de felicidad…


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