Quiero retener algo de los días, aunque no tenga mayor sentido el esfuerzo, aunque esto que escribo no lo vuelva a leer jamás, y aunque nadie lo haga. Confío, sin embargo, en el poder de mi esfuerzo; confío en el gesto, en la intención. Darle importancia a la vida de cada persona tiene que servir para situarlas en algún sitio. A veces pienso en todas esas personas que vivieron antes que yo y perdieron su vida en gestos absurdos, en batallas estúpidas o en tantas tragedias que son una injusticia inaceptable. Como el paso del tiempo, diría. Así que tal vez mi malestar con el mundo se pueda resumir a una falla: mi incapacidad de aceptar la injusticia. El problema, recién ahora me doy cuenta, es que yo no sé lo que es justo...
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lunes, 21 de julio de 2025
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El misterio
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