Amanece.
El día es nublado y la noche
fue, si
me pongo dramático, cruel.
Uno debe
tenerse paciencia.
Paciencia
en todos los sentidos.
Las pisadas tiene esa fascinación
en casi
todos. Una tras otra, arman
un camino, un rumbo. Son importantes.
un camino, un rumbo. Son importantes.
Miro el
río. En esta parte es hermoso.
Pega un
codo el caudal y el ritmo del agua
parece
disfrutarlo. Los
peces, si es que están, saben algo.
Lo mejor
del paisaje es el puente.
Las
víctimas de la violencia, cuando pasan frente
a la
iglesia, se persignan y en sus calles de barrio
los
perros parecen más atentos que en el centro.
Los
carteles que anuncian los comercios
tienden
a deprimirme. Lo mismo los autos
demasiado
fantásticos, demasiado nuevos.
Prefiero
los intermedios.
En el
campo las labores se emprenden
con una
alegría indecible. Lo supongo
porque
no he trabajado demasiado
con las
manos. Debería, me repito.
Los
árboles en este lado del pueblo
son
fabulosos. Una cantidad de años
los vuelve estoicos y magníficos.
los vuelve estoicos y magníficos.
Qué
lindo es cuando encontrás
la voz. Pero uno nunca está seguro
la voz. Pero uno nunca está seguro
de
haber alcanzado tamaña proeza.
Como tampoco
uno sabe a qué género
pertenece lo que escribe. Ahí pasan unas palomas.
Son grandes. Vuelan en el cielo perlado y otra,
ubicada en un árbol, canta con ese canto
que es como un lamento. Son preciosos.
pertenece lo que escribe. Ahí pasan unas palomas.
Son grandes. Vuelan en el cielo perlado y otra,
ubicada en un árbol, canta con ese canto
que es como un lamento. Son preciosos.
Ahí está
el negocio de pastas que fascinaba
a mi
abuelo. Servían los ravioles con un pollo
entero.
Algo extraño, una costumbre
que
se perdió.
Después, está
lo de Fabianich. Todavía siembra
batatas. Una tarea trabajosa.
batatas. Una tarea trabajosa.
Y más
allá, lo sabido: la construcción de tres pisos
que era un puterío, orgullosa, a las espera
de más acontecimientos.
que era un puterío, orgullosa, a las espera
de más acontecimientos.
Los
diarios deberían leerse sin
mucha atención.
Como de hecho se leen.
El cementerio, con ese manto
de putrefacción, evoca el
tiempo de una niñez perdida.
Debo recuperarla,
me digo.
Conocí
un pintor que le pasaba lo mismo:
no sabía si lo que hacía era un logro o no. Es porque
le das demasiada importancia al producto
sentenció mi abuelo.
no sabía si lo que hacía era un logro o no. Es porque
le das demasiada importancia al producto
sentenció mi abuelo.
Llego a
lo de mi tía. Fredy, el casi
grandanés
me saluda. Son almas fraternales ese tipo de perros
¿por qué? Dejo el portón como estaba, abierto.
me saluda. Son almas fraternales ese tipo de perros
¿por qué? Dejo el portón como estaba, abierto.
Ella
está en el fondo. Toma un mate, como siempre.
Y más en
los días de invierno grises en cierta forma
pesados,
víctimas de un extraña melancolía
que ya
no siento.
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