Soñé con una escala de colores
reflejada en un charco
de la playa distante e indómita
donde al final, a cierta altura,
donde al final, a cierta altura,
descubrimos una casa
llena de chicos discapacitados.
Esa imagen nos quedó
Hablo de pueblos dormidos
Todavía buscamos
Esa imagen nos quedó
como un hecho que sirve
para darle una luz
para darle una luz
todavía más intensa y dócil
a la verdosa belleza
a la verdosa belleza
de las fuentes en las plazas.
Hablo de pueblos dormidos
sobre húmedos campos
todavía no alterados
todavía no alterados
por el tránsito interminable
que busca llegar a destino.
Y hablo del cementerio
que busca llegar a destino.
Y hablo del cementerio
desmejorado
que vimos desde torres
impecables.
que vimos desde torres
impecables.
Todavía buscamos
ese búfalo negro
con una lengua rosada
con una lengua rosada
despampanante
en mitad del río pantanoso.
Si algún día logramos eso,
en mitad del río pantanoso.
Si algún día logramos eso,
podríamos elevar nuestro canto
hasta un límite tocado y sostenido
que nos permita llegar
a un niño tierno y calmo
que duerme junto
que duerme junto
a la enorme cigueña
escoltada por cisnes
que miran desde el agua.
Un latido que de a poco
Un latido que de a poco
se vuelve imperceptible
y se olvida de la brutalidad
de las cosas.
Así podríamos rozar los jazmines
Así podríamos rozar los jazmines
recogidos en las primeras
mañanas de noviembre
mañanas de noviembre
donde dejamos de ser
una diferencia.
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