¿Estamos en condiciones de buscar,
una y otra vez, nuestra máxima
fricción
para obtener así, después de un
sufrido y escrupuloso trabajo,
el paso desbordante de nuestra
mayor potencia?
Ese punto tan pequeño que hoy está
a la espera de un florecer
es la primavera tantas veces postergada
a la espera de un florecer
es la primavera tantas veces postergada
que, esta vez, con el gesto dócil de
las abejas sobre la flor,
vendrá en busca de nuestros
talentos y los hará suyos
al punto que dejaremos de ser quienes
somos
para convertirnos en aquello que hemos
soñado.
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