martes, 2 de noviembre de 2021

Hasta que lo deseado dejase de pesar

 

Caminabas

hasta que lo deseado 

dejase de pesar 

 

y llegabas

a parecer un mendigo.

 

Pero no pedías nada 

porque tu intención 

era dar, no exigir.

 

Con los años, 

te volvías un santo,

 

y eras pintado en una iglesia 

junto a montones de 

ángeles, colinas y ríos.

 

Pero pronto, muy pronto

querías salir de ahí.

No hay comentarios:

Según avanzaba

  Esa tarde, leo ahora en un cuaderno donde anotaba distintas cosas, mientras pedaleaba, veía unos niños que para evitar la lluvia se oculta...