Volví a soñar que tomabas sol en una reposera ubicada en la proa de un trasatlántico, donde tu cuerpo perfectamente tostado, en parte gracias al bikini blanco, adquiría un poder tan grande que muchos te miraban a poca distancia. Nervioso, te preguntaba si querías tomar un gin tonic y, siempre con tus anteojos negros puestos, mirabas para cualquier lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario