Se perfilaban unos pinos junto
a unos árboles estrictos, podados y más bajos
que estaban al lado del gran cartel
que decía: “No habrá milagros hoy”.
Y por todos lados había familias
paseando un mediodía soleado de domingo.
Me encantaría pintar esa tarde
porque un momento así desafiaba
lo escrito en ese gran cartel.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario