El parque este día de invierno
está paz al punto que podrías tocar
lo soñado donde nada permanece igual.
Eso es un motivo de celebración
para los pájaros que se posan en tu hombro
para sentirse más seguros.
Es eso lo que siempre has querido.
Y sin embargo, una angustia imprecisa e indeleble
sigue en la mirada de un hombre
que te mira desconcertado
desde su balcón frente a la plaza.
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