Gracias a la luna llena,
el árbol resplandecía
para que unos sapitos
buscasen un haz de luz
que los reflejara.
Mirabas la cantidad de estrellas
a la espera de recuperar a los pájaros
que iban, uno detrás de otro,
elegían una rama, trinaban,
seguían por instantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario