Un corazón deseante, franco, o no tanto.
Tal vez un corazón doliente. Voluptuoso,
y por momentos duro y frágil
enseguida. Hay un perro que pasa
junto a él. Y pájaros arriba
en un cielo que se vuelve gris
por la llegada de la noche.
Y más allá, un mar junto a ese
corazón en donde un niño está
volcado a paliar sus inquietudes
nocturnas, verdaderas, sentidas de un
modo fenomenal tal vez, eso no se sabe.
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