Veo un programa acerca de un grupo de dos artistas, un hombre y una mujer que trabajan juntos obras de gran repercusión contemporánea. Sus propuestas se definen por la calidad de la innovación, y por lo tanto por la búsqueda de una osadía que revele un salto sorpresivo (y por eso convocante) para un espectador que más que nada es víctima de cierta apatía, fruto de ser más o menos consciente de que los movimientos artísticos han llegado a su fin.
En efecto, las posibilidades de una evolución estética tal como la conocemos no existe más. Todas las formas parecen haber sido ya creadas. Todas las maneras de algún modo se remiten a otras, y cualquier tipo de gesto para escapar de esas limitaciones por lo tanto pasa por lo "conceptual", y por ende solo resulta un llamado más a pensar el arte fuera de sus límites. El arte no es más un recurso en donde se parte de cierto material para unir sus posibilidades a la fuerza creativa del autor, sino a ser un espacio donde en donde se debe plasmar una idea que responda a un mensaje capaz de formar una novedad que incluya una "historia" atractiva desde el punto de vista social. Así se crea cierta repercusión, en teoría, y por lo tanto cierta "utilidad" sobre los otros, que son el "mercado". Tal vez por eso la mujer del grupo artístico, sobre el final de la entrevista, se pregunta acera del sentido que tiene lo que "hace".
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